domingo, 15 de julio de 2018

DE CÁDIZ A FINISTERRE EN MOTO.Segunda parte: la vuelta. Un Camino de Santiago muy especial.


6ª Etapa: Cee- Oporto. 340 kms

Llegó la hora de regresar… Salimos de Cee con ganas de habernos quedado más tiempo pero, en vista de lo que habíamos tardado a la ida y del trayecto que habíamos planeado para la vuelta a Cádiz si nos retrasábamos la salida nos íbamos a pasar del tiempo “permitido” por nuestras respectivas…

Sacando las motos del garaje para el camino de vuelta

Pusimos rumbo a Vigo pero costeando. Tardamos muchísimo porque el recorrido atravesaba un pueblo tras otro constantemente y se hacía muy lento. En cualquier caso es más atractivo que por la autopista y además ¡no había prisa!. 

Llegamos a Vigo a tiempo para comer con Tere, otra amiga de Luis (por cierto, nos invitó). Allí estuvimos a punto de tener un pequeño contratiempo…
Aparcamos las motos en una parada de autobús que se encontraba en obras (aparentemente paradas) y suponíamos que iban a molestar menos allí que encima de la acera, y nos fuimos a comer al Club Náutico que estaba a pocos metros. Cuando estábamos en plena comida nos dice el camarero que le han llamado porque la grúa municipal se estaba llevando unas motos que estorbaban para una obra de la calle… 
Acudimos corriendo y allí estaban la grúa y los guardias apuntando en las libretas, pero las motos por lo visto las habrían cogido en peso entre unos trabajadores y las habían colocado encima de la acera. Preguntamos a los guardias y no nos había multado por lo que les dimos las gracias y también a la dueña de un bar cercano que nos había visto aparcar. (Sabía dónde estábamos y había avisado al camarero del Club). Total que todo quedó en un pequeño susto y casi un corte de digestión…

Tras la accidentada, pero por otra parte agradable, comida con Tere, ella misma nos acompañó a la salida de Vigo hacia Oya y Bayona.


Una paradita en Bayona, en el monumento a los marineros del pueblo que iban en la nao  "Victoria" en la expedición de Magallanes-Elcano (1ª vuelta al mundo)












 La carretera es preciosa con vistas a la ría de Vigo y a las islas Cíes. Algún día volveré con más tiempo por aquella zona pero nuestra intención era llegar por lo menos a Oporto, así que continuamos la marcha.

Las nubes cada vez eran más negras y poco después de Bayona tuvimos que parar para ponernos ropa de agua. Como en casi todo el viaje en esta ocasión al final también fue un leve chaparrón.
Tras cruzar la frontera seguimos hacia Oporto por carreteras de mucho tráfico y algunos tramos de autovía. 



Llegamos a la ciudad vinícola bien entrada la tarde y nos dispusimos a buscar hotel, pero no me funcionaba ni el teléfono ni internet (Movistar) donde tengo instalado Booking. Menos mal que con el teléfono de Luis pude contactar con mi hija Laura que nos buscó el hotel. Éste incluía el aparcamiento gratis para las motos en un centro comercial pegado al hotel. 

En Oporto, en busca de hotel








Por fin nos instalamos y salimos a cenar en alguno de los muchos restaurantes junto al río. Después de subir y bajar por muchas callejuelas nos fuimos a descansar para visitar Oporto a la mañana siguiente.




Una buena ración de "bacalhau"


7ª Etapa: Oporto-Manteigas. 220 kms

Después de desayunar y dar un buen paseo, nos subimos al autobús turístico que nos permitió tener una idea general de esta maravillosa ciudad (bueno Luis ya la conocía). 

























Las bodegas se encontraban en la orilla izquierda del Duero, que ya no es Oporto sino Vila Nova de Gaia





Es como Lisboa, pero en pequeño y más “emocionante” si cabe. Cruzar el río varias veces por sus impresionantes puentes es para no perdérselo. El aspecto un poco decadente pero también auténtica, la hace muy atractiva aunque con exceso de turistas (nosotros entre ellos). 









Y por supuesto en ese paseo estuvimos en el Café Majestic… una maravilla, pero nos dejamos muchas cosas sin ver y casi entrada la tarde nos pusimos en marcha bajo una ligera lluvia con destino al Parque Natural da Serra da Estrela. Así que prometimos volver a Oporto para ver también las bodegas y las viñas y por supuesto navegar por el Duero.

No sé dónde vi lo del Parque da Serra da Estrela pero cuando observé las carreteras que había para llegar a la población de Manteigas le dije a Luis que allí teníamos que ir. Pero creo que elegí una ruta equivocada pues los primeros sesenta kilómetros más o menos transcurrían por una carretera rodeada de casas, como si fuese una urbanización, y multitud de rotondas que nos hacían sacar una media de poco más de 40 km/ y bajo la lluvia. 


En ese refugio no nos quisieron poner de comer porque acababan de cerrar la cocina...
 Más tarde se transformó en una carretera de montaña (por decir algo) por la que no circulaba nadie a la que se le añadió la niebla.
Paisaje inhóspito y más con niebla

La carretera era casi una pista



Entrada a la población de Viseu donde hay una fábrica de Citroën

Subiendo a la Serra da Estrela






La temperatura bajó a 9º y estábamos a 31 de mayo...









En la bajada hacia Manteigas se iba disipando la niebla




Llegada a Manteigas
 El caso es que llegamos a Manteigas casi de noche… pero mereció la pena.

Tras una reparadora ducha salimos a tomar algo y conocer el pueblo; por cierto hacía un frío que pelaba.


8ª Etapa: Manteigas- Ávila. 400 kms

Salimos de Manteigas no muy temprano, en una mañana espléndida. 









 



Estuvimos observando los neumáticos de la Honda de Luis y vimos que, aunque no le había hecho ningún extraño, estaban bastante desgastados y no era cuestión de ir con esa preocupación el resto del viaje. Ya cuando salimos de Cádiz, Luis sabía que le quedarían unos 2000 kms de vida útil a las gomas pero tampoco quería desperdiciar esos kilómetros cambiándolos antes del viaje. 





Decidió cambiarlos cuanto antes pero en España, así que en cuanto cruzamos la frontera, antes de Ciudad Rodrigo, llamamos a un taller especializado de Salamanca (que luego resultó ser también Servicio Oficial Honda) y concertamos la cita para hacer la sustitución de las cubiertas para las cinco de la tarde. Llegamos a Salamanca, localizamos el taller y dejamos allí la moto. Mientras que los cambiaban fuimos a ver el Museo de la Historia de la Automoción de Salamanca que resultó interesantísimo.










Rolls-Royce que D. Francisco Bultó encargó carrozar a Serra

Pegaso carrozado por Serra


Esta unidad de Pegaso estaba carrozada por Saoutchick. (Me gusta más el Serra)






Después de recoger la moto decidimos acercarnos a Medina del Campo, aunque nos desviábamos un poco de nuestra intención de llegar a Ávila, para ver unos tíos míos que hacía tiempo que no los veía lo que constituyó una sorpresa para ellos y una alegría para todos. Y ya que estábamos en Medina del Campo visitamos (por fuera) el precioso Castillo de la Mota.










Tras esta agradable visita nos dirigimos a Ávila donde hicimos noche, no sin antes pasear por el centro y disfrutar de una buena cena a base de pinchos.


9ª Etapa:Ávila- Cádiz. 670 kms

Y llegamos a la que sería la última etapa del viaje. Salimos de Ávila bajo un buen chaparrón que escampó al poco tiempo. La intención era pasar por el Puerto del Pico en la Sierra de Gredos y también por Guadalupe… y allá fuimos.

Saliendo de Ávila





En el Puerto del Pico
















Ruinas romanas junto al embalse de Valdecañas en el río Tajo, cerca de Navalmoral de la Mata












Unos que pasaban por allí...


En Guadalupe esperamos a nuestro amigo Pedro y su Yamaha Tracer 700, que había salido de Cádiz casi al mismo tiempo que nosotros para darnos el encuentro, comer con nosotros y acompañarnos después hasta casa.

Ante el Monasterio de Guadalupe












Visitamos a la Virgen de Guadalupe




Medellín

Medellín

Medellín





Último descanso antes de llegar a Sevilla











Luis se frotaba los ojos... no sé si es que no se creía la "aventura motera" vivida


Y ya por la tarde, con ganas de seguir el viaje (que no se entere nadie) llegamos por fin a casa.

En resumen, una magnífica ruta con unas magníficas motos que no nos dieron ningún problema y con un inmejorable compañero y que a nuestra edad creo que resulta aún más reconfortante, si cabe,  que los que hacíamos de jóvenes.

El resumen del viaje en cifras (según la Honda de Luis)


Hasta el próximo…