jueves, 27 de julio de 2017

MIS MOTOS

MIS MOTOS:


A pesar de que soy motero desde que tenía 16 años, prácticamente sin interrupción hasta ahora que acabo de alcanzar la edad de jubilación, no he tenido muchas motos. Casi todas las que he tenido me han durado mucho tiempo. Por diversas razones no he podido cambiar de moto con la frecuencia que hubiera deseado, aunque también me gusta conservar las cosas y las motos son una de ellas. Así que este artículo no lo escribo por presumir de cantidad de motos, como es de imaginar, sino por recordarlas a todas.

La VESPA 75 fue mi primera moto y me la compró mi padre a finales de 1968 recién obtenido el carnet A-1 cuando estaba en “PREU”. Pasé de la bicicleta “de carreras” a una moto. No quería ciclomotores: entonces estaban limitados a 40 km/h, debían de llevar pedales y no se podía transportar a un pasajero (ni pasajera, lo que era aún peor). La edad mínima para conducir los ciclomotores era de dieciséis, igual que las motos de 75 cc por lo que esta segunda opción era infinitamente mejor, aunque había que obtener el carnet, cosa que no me suponía ningún problema por ser mi padre el pionero de las autoescuelas en Cádiz.


Yo soñaba con una Bultaco Lobito 75 de las azules y negras y depósito redondo (la amarilla no había salido aún) pero en Cádiz no había distribuidor de Bultaco.


Pero la Vespa tampoco estaba mal… lo que pasaba es que había que esperar mucho tiempo a que llegara alguna a las tiendas. La 50 cc de 4 marchas estaba de liquidación y sí que las había. Después de dos meses esperando la Vespa casi me resigné a una 50 cc pero mi padre, con buen criterio, me insistía en que siguiera esperando a la 75 pues merecía la pena. Y la mereció.


Desde antes de tenerla ya soñaba con hacer grandes viajes con ella, luego la realidad me haría despertar de mis sueños, pero algún viaje sí que hice y también muchas excursiones por las provincias de Cádiz y Sevilla, lo que no está mal si tenemos en cuenta que por entonces yo tenía 16-17 años.


Recuerdo que en un par de ocasiones hicimos el recorrido del Rally Carranza. Eran casi 300 kms por la provincia de Cádiz incluyendo algunos tramos de carreteras sin asfaltar. Cuando empecé a estudiar en Sevilla la utilizaba para ir a Cádiz los fines de semana, pero el mayor viaje fue de Cádiz al circuito de El Jarama en 1970.


Aquí podéis ver la crónica ese viaje con la Vespa al Jarama:


En total le hice unos 50.000 kilómetros y la estuve utilizando hasta 1972 cuando mi padre me compró la Montesa Texas 175.
La Vespa me la robaron en 1977 del garaje donde la tenía guardada. Sólo conservo la placa de matrícula reflectante que le compré y que no me dio tiempo de colocarla…

Como digo, la siguiente moto que tuve fue la MONTESA Texas 175 a los 19 años.
Entonces estudiaba en Sevilla y además de utilizarla para volver los fines de semana a mi casa en Cádiz, también hacía excursiones, incluso rutas de todo-terreno (ahora de enduro), la mayoría de las veces sólo. Ésto hizo que me encontrara algunas veces atascado en algún riachuelo o barrizal de ni se sabe dónde y con muchas dificultades para salir, por lo que me planteé que era mejor no aventurarme demasiado, al menos en solitario.



En salones "Retro" suelen verse algunos ejemplares bien restaurados... y un poco caros


El mayor viaje que realicé con la Montesa fue una casi vuelta a España, aprovechando para ir a ver las 24 de Montjuich. Eso fue en julio de 1973.

Para no repetirme, el relato de ese viaje podéis leerlo pinchando  aquí.

También hice mis pinitos en moto-cross con mi querida Montesa Texas.

En fin, una gran moto que podía usar a diario, viajar y competir... ¿con qué moto actual se puede hacer eso?

Le he dedicado un artículo en este blog a la Montesa Texas que podéis ver pinchando en este enlace.

Después de venderla, le perdí la pista durante muchos años, hasta que recibí ¡oh sorpresa! un mensaje de un lector del blog que me dijo que la tenía. Se trataba de mi ya amigo Pelayo, buen coleccionista y restaurador (de motos y de restaurante) que la expone en lugar preferente de su colección en el pequeño museo de motos-tienda gourmet de productos gaditanos Pelayo Gourmet Cádiz que tiene en la calle Cobos de Cádiz.

Mi siguiente moto fue nada menos que una BULTACO Metralla Mk-2.

Aunque el salto de cilindrada (de 175 a 250) no parece demasiado importante, según los catálogos la Metralla casi doblaba en potencia a la Texas y eso sí que se notaba.
La primera vez que probé una, pensé que era demasiada moto para mí pero cuando la tuve fui adaptándome enseguida, pues era muy noble y estable (para lo que se llevaba entonces). El caso es que no la disfruté mucho tiempo, aunque sí intensamente. Por circunstancias (mili, estudios...) los amigos con los que solía salir fueron vendiendo sus motos y me encontraba sólo con la Metralla y las carreteras secundarias (que eran la mayoría en la provincia) no estaban como ahora sino llena de baches por lo que resultaban un poco incómodas para las duras suspensiones de la Mk-2. Así que la vendí pronto.
Pero antes, en ocasiones me reunía con otros poseedores de Metralla Mk-2 (sorprendentemente en Cádiz eran relativamente numerosos) que conocían a miembros de la Policía Municipal y cerraban algunas calles del Polígono de la Zona Franca algunos sábados por la tarde para que pudiéramos "entrenar" con más seguridad. Pero las farolas pasaban muy cerca de la cabeza y dejaron de facilitarnos esos "entrenamientos libres"...

Manillar bajo, asiento rebajado... la preparación de la época



La Metralla "Kit América" de mi amigo Ramón Puyana


La cronometré a casi 150 km/h y mantenía cruceros de 120 reales en autopista con dos personas (sin viento) pero el consumo rondaba los 10 litros/100 km. Como se ve, la velocidad máxima estaba lejos de los 164 km/h que anunciaba Bultaco. Al parecer esa cifra la alcanzó un piloto de fábrica con mono de cuero, manillar bajo y un desarrollo de transmisión diferente.
Lo que sí es cierto es que la Metralla andaba bastante y me permitía piques con motos de mayor cilindrada que abundaban por la zona, pues los americanos de la Base de Rota tenían la posibilidad de adquirir Las Norton, BSA y Triumph que nosotros teníamos vedadas y a unos precios espectaculares (de baratos).

La Bultaco Metralla la vendí para comprarme otra Bultaco... una Pursang Mk-6 de moto-cross de ocasión. Me la vendió el comerciante y piloto chiclanero José Verdugo Baro "El Gordito".Por cierto, el nuevo dueño de la Metralla se fue a vivir a Valencia, no se si todavía estará por allí lo que no me extrañaría, conociendo lo aficionados que son los valencianos a conservar o restaurar las motos españolas.

Bultaco Pursang Mk-6 (Dibujo Miquel Graells)

Con la Pursang hice algunas carreras sin ningún resultado espectacular, o sea mas bien chunguillo, y a los pocos meses de tenerla me incorporé al servicio militar por lo que dejé de disputar carreras "oficiales" porque teníamos prohibido ir en moto... y más aún participar en competiciones y sólo corría en el circuito de la Base Naval de Rota en plan "pirata".
En la Base había un Moto Club llamado "Moto Club Cuatro Caminos" cuyos miembros eran americanos y tenían un circuito de moto-cross espectacular y con muchas variantes, por lo que en cada carrera el trazado era diferente, en el que organizaban carreras cada quince días y las motos que tenían eran españolas... Bultaco, Montesa y Ossa. No se si eran sus preferidas o que no podían comprar las japonesas en España a pesar de que ellos disfrutaban de un régimen diferente de importaciones.
Para poder correr con los americanos, nos parábamos junto a la alambrada de la Base en la carretera de Rota, a la altura del circuito de cross que estaba precisamente junto a dicha carretera y cuando algún "yankee" nos veía, nos hacía señales indicándonos que nos esperaba en el control de entrada de la Base y una vez allí nos proporcionaba unos pases para acceder al recinto militar y al circuito. Hablo en plural porque siempre me acompañaba mi novia y después de las carreras nos íbamos a la terminal del aeropuerto, en cuyo restaurante y tienda disfrutábamos de productos prácticamente desconocidos entonces en España.



El remolque (regalo de mi novia) donde llevábamos su Montesa Cota 49 y la Pursang



Corriendo en el Moto-Cross de El Corte Inglés en Sevilla

En el parque cerrado del Moto Cross de Chiclana



Cuando los estudios me lo permitían, entrenaba en el recinto del antiguo Camping Vespa a la entrada de Cádiz.






También trazamos un circuito en esos terrenos del antiguo Camping Vespa de Cádiz (incluso me subí con el que manejaba la excavadora para indicarle los saltos, curvas, etc) y colaboré con el Moto Club Gaditano (o sea con Daniel Ibáñez) para organizar una carrera "oficial", el Primer Motocross de Cádiz. Lamentablemente no pude participar porque estaba ya en la "mili".

José Verdugo "El Gordito" saltando en el circuito "oficial". Por cierto, él fue quien me vendió la Pursang y creo recordar que ganó esa primera carrera

Le modifiqué el basculante para ponerle amortiguadores de Mk-8



Junto al circuito del Camping, al otro lado de las vía del tren, había un polígono industrial en construcción al que acudían a rodar algunos pilotos gaditanos (no lejos del otro que comentaba al que acudía con la Metralla) y a veces coincidíamos los de cross con los de velocidad a ambos lados de la vía férrea pues solía acudir los sábados por la tarde. Como a mí me gustaba más la velocidad, saltaba la vía con la moto y me ponía a correr con ellos. Como el circuito " de velocidad"era muy corto y resbaladizo, era capaz de aguantarle el ritmo y a veces incluso superarlos en las frenadas... más que nada porque la Pursang frenaba poquísimo y también en las aceleraciones, porque al haber rectas muy cortas el desarrollo de la Pursang era más adecuado que el de la Bultaco TSS contra la que solía competir.

 Imágenes del polígono en cuestión (no salgo con la Pursang porque las fotos las hacía yo...)





Algún tiempo después y por necesidades familiares de transporte, vendimos la Pursang, la Cota y el remolque y nos compramos un Citroën GS, por lo que estuve un par de años sin moto hasta que compré la Ducati Desmo 500.

La Ducati la vi con ocasión del G.P. de España de 1978 en el Jarama (aquel al que vino Kenny Roberts por primera vez) y al que viajé con el GS y me impactó. Bueno, me impactaban muchas otras motos pero la Desmo por lo menos estaba al alcance de mi bolsillo...

La Ducati Desmo 500 fabricada por Mototrans en Barcelona

La Desmo 500 italiana

Antes que la Desmo, Mototrans fabricó la Twin 500 que tenía fama de "blandita" por problemas de engrase y de algunos accesorios. Entonces, en un intento de mejorar su imagen como fabricante, sacó al mercado la Desmo 500 con, supuestamente, todos los fallos de la Twin corregidos. La moto tenía una estética impresionante en esa  época. Se veía más moto que la italiana y mejor terminada y respecto a la Twin tenía otro chasis y otras llantas y el motor gozaba de más potencia y sobre todo de un nuevo circuito de engrase con radiador de aceite incluido. También los mandos eran ND japoneses mucho mejores que los "plasticosos" que traía la Twin. El caso es que esos problemas de fiabilidad mecánica del motor se solucionaron... pero seguía teniendo otros problemas no menos molestos.

Incluso mi esposa se atrevía con la Desmo...
Excursiones con la Desmo. Puerto Galiz.
En Grazalema


A punto de salir para El Jarama al GP de España de 1980

La Desmo y la Twin durante un viaje




La compré en la tienda que tenía en Cádiz José Verdugo Baro "El Gordito" y le hice casi 30.000 kms con frecuentes salidas de fin de semana así como varios viajes al Jarama y con frecuencia surgían problemillas que me hacían mancharme las manos...
Por ejemplo, se aflojaba la tuerca del piñón de salida (se rompía la arandela-chaveta que lo fijaba) y de repente se quedaba sin tracción, como en punto muerto, porque el piñón se salía y dejaba de transmitir la fuerza. (Ver foto). Me pasó varias veces hasta que Enrique Payán lo solucionó con una modificación de esa arandela y se resolvió el problema. También fallaba mucho el fusible general y de repente la moto se paraba al quedarse sin corriente. Cuando llovía, no frenaba nada hasta que las pastillas desalojaban toda el agua que había entre ellas y los discos... bueno ésto solía pasar en muchas motos hasta que los fabricantes agujerearon los discos.
A pesar de todo hice buenos viajes con ella, siempre a plena carga, que podéis ver en este mismo blog pinchando en estos textos en azul como el de Lisboa y el Algarve y sobre todo el viaje a Suiza .
Colocando el piñón de salida en plena carretera


Un poco harto de tantos "problemillas" decidí cambiar de moto (todavía no habían llegado las japonesas) y dado que el uso que le daba a la moto era eminentemente viajero y mi mujer me acompañaba en esos viajes, pensé en comprar una BMW 100 RS pero el presupuesto no me daba y puse mis miras en la Guzzi 850 T3 que andaba bastante y parecía ser cómoda y fiable como así fue y sobre todo llevaba cardan. Se acabó lo de mancharse las manos en cada salida.


La estrené ya con un semicarenado Puig y al poco tiempo, en Andorra, le compré una maletas Krauser y también le puse unos faros de largo alcance de Simca 1200 "S", con lo que me quedó una moto bastante apta para viajar.

Saliendo de Andorra con las maletas recién instaladas

Por cierto, en ese viaje a Andorra, antes de llegar al Principado sufrimos una de las pocas incidencias, si no la única, con la Guzzi... un pinchazo.



Me gustaban también las motos "Trail" pero entonces tan sólo existían las Yamaha XT 500 y alguna Honda que sólo estaban al alcance de algunos europeos (no de nosotros) pero por Cádiz las veíamos a los franceses y alemanes  que pasaban por aquí rumbo al desierto del Sáhara.
Así que en algunos viajes hacíamos incursiones por pistas con las motos que teníamos, como la que hicimos por el carril que iba de Rosas a Cadaqués en una de las ocasiones que fuimos a ver las 24 Horas de Montjuich y aprovechamos para ir a mi pueblo (digo iba porque no se si seguirá siendo carril o ya estará asfaltado o si lo habrán conservado así y estará prohibida la circulación).
En esta ocasión nos acompañaban José Mª y Elvira con su BMW R-65.



La vestimenta no era muy adecuada para ir en moto... ¡y sin casco! (Estábamos en 1981 y fue un paseo improvisado desde nuestra "base" en el hotel de Rosas)






Creo que en realidad la que yo quería era ésta... pero en España no se podía comprar:

Honda XLV 750 ¡con cardan!


Con la Guzzi también hacíamos muchas salidas y viajes como éste de la Vuelta a Andalucía que organizaba el Moto Club San Fernando y siempre sin problemas mecánicos. Pero el viaje más largo con la Guzzi y el más largo que he hecho en mi vida de motorista, fue al  GP de Inglaterra en Silverstone que he relatado en este blog.



También acudí con ella varias veces al GP e España en el Jarama y por supuesto a las 24Horas de Montjuich. Incluso rememoré con la Guzzi en 1984, esta vez en compañía de mi mujer, el viaje que realicé años antes con la Montesa Texas por toda España con unos amigos en 1973.
También le puse un manillar más bajo y estrecho y los escapes de la Le Mans III

Algunas fotos de aquel viaje con la Guzzi:
En Monserrat

En las Ramblas de Barcelona


Los Lagos de Covadonga


En los Picos de Europa

Junto al monumento a Pereda en el Puerto de San Glorio

Frente a los Mallos de Riglo

Santander

Los Picos de Europa

En el camping de los Picos de Europa
La última modificación que le hice a la Guzzi fue ponerle un carenado Puig recortado parecido a la Le Mans I.





Además de viajera, mi querida Guzzi me permitía hacer "incursiones racing" en el circuito de Jerez, en el que estuve en dos ocasiones con ella.




La llegada de un nuevo hijo, hizo replantearme el uso de la moto y ya que, de momento, no pensaba hacer viajes largos en moto, decidí cambiar de tipo de moto y para divertirme en salidas cortas vendí la Guzzi y me compré una Yamaha RD 350 modelo 87 (la segunda versión que llegó a España).

Con la RD recién estrenada

Cuando la compré y antes de sacarla de la tienda-taller de Enrique Payán le puse el carenado Speed Fiber que podéis ver en las fotos. La usaba sobre todo los fines de semana para salidas cortas con un grupo en la que había Kawa 600 GPZ y 1000 Tomcat, Honda 600, Suzuki 1000 y alguna RD más y mi RD no se quedaba atrás. Pero tampoco le hacía ascos a algún que otro viaje a Málaga o Granada, etc. También estuve varias veces en el circuito de Jerez para unas tandas libres. En fin, que le he sacado bastante provecho y siempre sin problemas y divirtiéndome con ella. Bueno, excepto un problema inicial que me dejó desconcertado.

La saqué de la tienda con mi hija Laura que entonces tenía 10 años y fui en dirección a San Fernando para estrenarla. Cuando apenas llevaba 6 kilómetros... se gripó. Imaginaros mi disgusto. Entonces no había móviles pero acertó a pasar por allí un amigo que también era cliente de Payán y le avisó de lo que pasaba. Como pude llegué hasta el taller y Enrique me estaba esperando, avisado por nuestro común amigo. Era un sábado por la mañana y a pesar de éso, se puso manos a la obra y empezó a desmontar el motor. El fallo fue que no funcionaba la bomba de aceite del mezclador automático...bien empezábamos con la RD.

El lunes nos pusimos en contacto con Yamaha España o como se llamara entonces y el Sr. Mallol (Jefe del Servicio Técnico) me dijo que... "claro los jóvenes empezáis a pegarle desde el primer día y tal..." y cuando le dije que tenía 34 años (un jovencito al fin y al cabo, ja, ja) y que iba a comenzar un paseo con mi hija de 10 años... supongo que se le cambiaría la cara, no lo se, pero lo que sí se le cambió fue el tono de voz y me dijo que no me preocupara que se harían cargo de todo y que si había cualquier otro problema que me dirigiese directamente a él.

La verdad es que el motor quedó perfecto y mi RD andaba como un tiro, al menos los poseedores de otras así me lo decían cuando salíamos juntos.

Rodando en el circuito de Jerez

Con mi hija Rita camino de una concentración en Málaga

En Puerto Galiz un lugar frecuentado por moteros 
Incluso hice excursiones "trail" con la RD. Aquí bajando el Pico del Veleta hacia las Alpujarras

Por cierto, en ese viaje a Las Alpujarras estuvimos en el mismo sitio en el que nos fotografiamos 16 años antes...



Teniendo la Yamaha RD estuve pensando en comprarme una moto trail o enduro de 125 para compaginar mis dos aficiones, la moto de carretera y la de campo. Luego decidí que sería mejor comprar una Superténéré 750 con la que podría hacer las dos cosas y vender la RD... Finalmente  me compré la Superténéré... pero me quedé también con la RD.

Así que la Yamaha XTZ 750 "Superténéré" fue mi siguiente moto.

La compré nueva también en Motos Payán y ha sido la moto que más tiempo he tenido y me ha dado muchas satisfacciones pues me ha permitido viajar, hacer buenas rutas trail así como salidas en plan deportivo, en fin una moto completa.




Por la playa de El Palmar en Conil de la Frontera

En Puerto Galiz, aunque en algunos sitios le llaman Puerto Galis



Entonces se podía incluso rodar por las playas. Aquí embarcando hacia las del Coto de Doñana para visitar el Rocío.




Con la Superténeré también hice varios viajes largos. Fui a los primeros Grandes Premios que se celebraron en el de Montmeló (1992) y Circuito Ricardo Tormo (1999) y también en el Jarama y al GP de Portugal en Estoril en dos ocasiones.


A pesar de su considerable tamaño, me permitía realizar rutas por cañadas y senderos.

En los Baños de Gigonza (San José del Valle)



En los acantilados de Roche (Conil)
















Bajando el Veleta hacia Las Alpujarras










Estuve bastante tiempo con la RD y la Superténéré al mismo tiempo, pero por necesidades "logísticas" tuve que vender la RD hace unos años. Continué con la ST hasta que compré la que es mi última moto ¿de momento...? una flamante Suzuki V-Strom 650







¿CONTINUARÁ...???