A raíz de leer en la revista Motor Clásico un reportaje sobre el Seat 600 Noguera-Speedwell construido al principio de la década de los '70 y sobre su reciente restauración, me acordé del Seat 600 que tenía mi hermano y que le preparó el técnico sevillano "OLYMPIA" en el barrio de Los Remedios, también por los mismos años.
![]() |
Seat 600 Noguera-Speedwell |
Pero también recuerdo que unos cinco o seis años antes, allá por 1966, mi padre encargó preparar un Seat 600 D descapotable que tenía en la Academia San Cristóbal con un kit de 850 c.c. (no recuerdo bien si era Conti o Nardi) nada menos que al piloto motociclista Luis Sáez que tenía el taller en la plaza del Mentidero de Cádiz. La preparación creo recordar que costaba de un aumento de cilindrada, carburador de más diámetro, árbol de levas de más cruce, colectores de escape y silenciador, suspensión rebajada, así como unas preciosas llantas cromadas más anchas además del consabido volante y tablero de instrumentos con más relojes que una de aquellas tiendas de Ceuta.
Kit similar al instalado en aquel 600
El coche quedó precioso y además andaba como un tiro como pude comprobar un día que me llevó mi hermano a dar una vuelta. Aún no había aparecido el Seat 850 Coupé, por lo que en aquel momento se le podía considerar un deportivo. Lamentablemente mi padre lo vendió enseguida (puede que los comentarios entusiasmados que le hice de como conducía mi hermano tuviesen algo que ver en ello...) y ni siquiera tengo fotos de él.
Pero a lo que íbamos. El 600 Speedwell aparecido en Motor Clásico me hizo recordar al de mi hermano y voy a tratar de repasar su pequeña historia.
El coche en cuestión provenía también de la autoescuela de mi padre y era uno que estaba próximo a alcanzar el fin de su vida como coche dedicado al aprendizaje de nuevos conductores y en vez de darlo como entrada para comprar otro nuevo, a mi hermano -que corría por entonces con un Renault 8 TS y anteriormente con un Seat 850 Coupé- se le ocurrió decirle a mi padre que por qué no lo preparaba para correr. y mi padre asintió.
La preparación, de acuerdo con el bueno de OLYMPIA (que corría también con ese seudónimo) consistiría en acoplarle un motor de Seat 1430. Para ello el 600 fue llevado a Sevilla a un taller de carrocería donde se repasó toda la carrocería autoportante, que ya estaba bastante baqueteada por sus años de coche de auto-escuela, y se reforzó en algunos puntos.
Luego pasó al taller de Olympia donde se le hizo el soporte para el nuevo motor y se la acoplaría una caja de cambios de Fórmula 1430 que las fabricaba Juncosa con la carcasa de la del Seat 600. Esa caja era de relación cerrada y daba gusto escuchar como empalmaba marchas el "Seíta" empujado por el motor del 1430... pero no adelantemos acontecimientos y sigamos con las reformas que se le hicieron.
Así de memoria, además de rebajar las suspensiones y poner amortiguadores de calidad, al 600 se le instalaron frenos delanteros de disco, llantas desplazadas de Fórmula 1430, neumáticos Michelin X-As, dirección de cremallera, radiador de agua en la parte delantera con electroventilador y por supuesto un aligeramiento general de la carrocería eliminando el asiento trasero y también el delantero derecho, aunque no sé si en las escasas carreras en las que participó le obligarían a ponérselo.
Al principio estaba pintado de azul claro y blanco, pero al final lo pintaron de amarillo, y por ello el 600 Noguera Speedwell de Motor Clásico me lo recordó e hizo que me animase a escribir este artículo.
El coche lo probábamos en un polígono industrial y cuando me subía junto a mi hermano (sin el asiento) me faltaban manos para agarrarme, de lo que aceleraba. Además el sonido era impresionante pues llevaba el escape totalmente libre, similar a los Fórmula 1430.
El debut fue en la Subida a la Peña Arias Montano, cerca de Aracena y allí pude hacerle unas cuantas fotos. Ya tenía instalado el radiador en la parte delantera, pero no hubo tiempo de hacerle el hueco para que pasara el aire, así que solo entraba por el hueco de la bocina, que se le había quitado previamente, por lo que supongo que el electroventilador iría funcionando casi todo el tiempo...
No tengo datos de la clasificación ni me acuerdo de cómo quedó, pero sí que recuerdo que mi hermano se quejaba de que era muy subvirador, sobre todo en curvas lentas cuando aplicaba "toda la caballería" de su motor colgado tras el eje trasero. Yo, que me leía todas las revistas de coches (y de motos) que había por aquel entonces y, desde mi modestia, le aconsejaba que le pusiera una barra estabilizadora en el eje trasero para ver si con eso y al inclinarse menos, tendía a deslizar un poco de atrás y compensar el subviraje, pero mi hermano me miraba como pensando: "y tú que sabrás..." así que ya no se lo dije más.
No se en cuantas carreras participó Jose con este coche y no recuerdo las clasificaciones, pues yo estaba estudiando en Sevilla y no lo acompañé a ninguna carrera más, pero al final de la temporada por lo visto cambiaba el Reglamento Técnico (el famoso Anexo "J") y al ser considerado como prototipo, al coche le exigían unas medidas de seguridad imposibles o muy caras de llevar a cabo. Entonces se le volvió a su estado de serie (por lo menos en cuanto a motor y caja de cambios) y se puso a la venta, siendo comprado por un amigo.
Y esta es la historia de un modesto coche de autoescuela que al llegar su jubilación quiso dedicarse a la competición y sin saberlo, tenía un hermano casi gemelo por Cataluña...
No hay comentarios:
Publicar un comentario